Espero que todo vaya muy bien y que hayan tenido un abril de recarga de baterías.
Nosotros volvemos con el pie en el acelerador, moviéndoles el piso con un tema, así que de entrada les pido disculpas por el tono medio atrevido. Antes, recordemos que Caricaco Fundación quiere nivelar la cancha de oportunidades de todas las personas jóvenes en el país; no solo de algunas que por suerte pasan por un programa de becas, tengan eso presente. Ahora sí:
¿Por qué en este país todo lo hacemos en pequeña escala?
Las iniciativas sociales privadas, en su mayoría, son inconsecuentes. Perdón, pero si hacemos un examen de conciencia creo que podemos estar de acuerdo con esto: se hacen cosas, se toman fotos, hay videos muy bonitos pero, ¿qué está cambiando? ¿Cuáles mejoras estructurales están siendo impulsadas desde el sector privado y filantrópico? ¿Cuales innovaciones están siendo experimentadas previo a ser escaladas?
Desde que nacimos en el 2019, Caricaco Fundación ha creído en una verdad fundamental: los grandes cambios no suceden solos, se construyen a partir de alianzas valientes y de colaboraciones intencionales entre quienes comparten una visión más ambiciosa que la simple ejecución de proyectos aislados. Hoy queremos contarles cómo, a través de alianzas estratégicas con el Estado costarricense, hemos convertido esta visión en acción concreta, permitiendo que nuestros colones tengan un impacto mancomunado mayor.
En 2013, iniciamos una colaboración con el Ministerio de Educación Pública (MEP). Sabíamos que para impactar el futuro de Costa Rica había que empezar donde todo comienza: en la educación. A través de esta alianza, trabajamos para mejorar la gestión de las Juntas de Educación y Juntas Administrativas en la dotación de bienes y servicios a los centros educativos públicos del país. Si bien este trabajo no ha derivado todavía en cambios sistémicos de gran escala (aquí les tengo una sorpresa para más adelante en el año), fue un primer paso crucial para nuestra filantropía porque instalamos en el centro de la mesa un problema de escala país, movilizando recursos, atención y aprendizaje hacia una necesidad estructural.
En 2022, extendimos nuestro alcance al asociarnos con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Aquí no solo vimos una oportunidad crítica, sino que actuamos: creamos la primera alianza público-privada que diseñó y financió los primeros contratos de pago por resultados en empleo en Costa Rica. Este proceso generó aprendizajes profundos y llevó al MTSS a transformar el Programa Nacional de Empleo (Empléate), pasando de un enfoque tradicional de pago por actividades (outputs) a uno basado en el logro de resultados (outcomes). Esto no es nada menor, es algo que vamos a poder contar 10 o 15 años hacia adelante y que además lo hicimos con un presupuesto conservador; quizás el mismo con el que pintamos una escuela.
En esta misma línea, en el 2024 reforzamos nuestra estrategia al aliarnos con PROCOMER. Juntos, replicamos el mismo proceso que iniciamos con el MTSS, ahora enfocados en asegurar que toda la inversión en talento humano para el sector exportador se rija también bajo un enfoque de pago por resultados. Creemos firmemente que sólo midiendo lo que importa —la colocación y permanencia en un empleo de calidad— podemos garantizar un uso efectivo de los recursos públicos y privados.
También en el 2024, junto con CONAPE, estructuramos un programa de avales privado que sirve de colateral para todas aquellas personas que quieren estudiar y no pueden acceder a un crédito por no contar con un fiador a su disposición. En pocas palabras, nivelar la cancha para aquellas personas jóvenes que la tienen cuesta arriba. La idea central es permitirle a CONAPE liberar nuevos créditos y que el programa de avales responda por las primeras pérdidas de determinada cartera de créditos. Así, el programa puede prestar X veces más su valor patrimonial y la institución se garantiza una X cantidad de veces su tasa de morosidad histórica, de manera en que hay un claro beneficio para ambas partes.
Ese mismo año, formalizamos también nuestra alianza con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA). Nuestra colaboración se centra en orientar parte de su Plan Anual de Servicios hacia áreas de alta demanda laboral, con pertinencia territorial, para que la formación responda de manera concreta a las necesidades del mercado de trabajo. Este enfoque implica una transformación fundamental: pasar de ofrecer formación genérica a perseguir resultados claros y medibles para las personas y las regiones en donde el desempleo es más problemático.
¿Qué tienen en común todas estas alianzas?
Una convicción: el impacto verdadero no ocurre en piloto automático ni aislado en pequeñas iniciativas. Se construye diseñando, experimentando, aprendiendo… y luego escalando lo que funciona a todo el país.
Caricaco Fundación se posiciona en el ecosistema como un potenciador y aliado de la innovación social: nuestro valor no es simplemente financiar proyectos, es atrevernos a co-crear soluciones que resuelven problemas sistémicos. Diseñamos, piloteamos y financiamos iniciativas que sirvan como laboratorios de aprendizaje, donde juntos —sociedad civil y Estado— podamos descubrir qué funciona en la práctica, repartiendo los riesgos de manera proporcional y adecuada.
Las alianzas con el MEP, el MTSS, PROCOMER, CONAPE y el INA permiten que las soluciones no se queden en papel, ni en el pequeño círculo de quienes participaron inicialmente. Son las instituciones públicas quienes tienen la legitimidad, la infraestructura, la responsabilidad y el mandato para escalar estas innovaciones. Juntos, cerramos el ciclo virtuoso: experimentar, aprender y escalar.
¿Por qué apostamos a este modelo de trabajo?
Porque queremos nivelar la cancha de todas y todos los jóvenes del país; no solo de algunos. No nos conformamos con soluciones locales o anécdotas inspiradoras. Costa Rica merece ideas valientes y modelos probados que puedan llegar a miles de jóvenes, cientos de comunidades y todas las regiones del país. Proyectos pequeños que solo suceden una vez no cambian la historia, las soluciones diseñadas para escalar sí, pero esto solo ocurre cuando trazamos el camino desde el inicio, con la mirada puesta en el largo plazo.
Y aquí queremos ser claros: iniciativas como pintar una escuela, impartir una única capacitación sobre nuevas tecnologías a un grupo de estudiantes, o hacer un voluntariado ocasional con jóvenes para hablarles del mercado laboral son gestos bien intencionados. Pero si estas acciones no están conectadas a una estrategia más amplia, si no se integran en un modelo replicable y sostenible, terminan siendo esfuerzos aislados. En el mejor de los casos, dejan una impresión momentánea; en el peor, representan una pérdida de tiempo, recursos y, sobre todo, un altísimo costo de oportunidad para todos los involucrados. Cada acción desconectada es una oportunidad perdida para construir soluciones de verdad.
En Caricaco Fundación creemos que pensar en grande no es un lujo, es una responsabilidad. Cada vez que diseñamos una intervención, nos preguntamos: ¿Esto puede ser escalable? ¿Puede ser sostenible en el tiempo? ¿Puede ser apropiado por las instituciones públicas de Costa Rica? Si la respuesta es no, entonces seguimos trabajando porque sabemos que la escala no sucede por accidente: se construye intencionalmente, desde el diseño inicial.
En más de una década de alianzas hemos confirmado principios que guían nuestro trabajo: las mejores innovaciones son las que nacen de la colaboración real, por eso, no imponemos soluciones sino que escuchamos, co-diseñamos e iteramos. La innovación social que dura es la que surge de sumar saberes, experiencias y recursos, aprender es obligatorio y solamente pilotear no es suficiente. Cada piloto es una oportunidad para medir, corregir y mejorar, si no aprendemos, no podemos escalar con calidad. En medio de todo esto, el Estado es un aliado indispensable para la escala nacional, porque sin el respaldo, la capacidad y la legitimidad de las instituciones públicas, ninguna solución alcanza a todos los que la necesitan.
Este boletín no es solo un recuento de alianzas pasadas. Es una invitación abierta: a ustedes, líderes públicos, privados, innovadores, educadores, que saben que Costa Rica no puede conformarse con pequeños éxitos desconectados. La próxima gran solución que transforme nuestro país puede estar hoy en fase de piloto ¿Nos atrevemos a pensar en su escalabilidad desde ya?
Caricaco Fundación seguirá apostando a las alianzas como el motor para multiplicar el impacto social. Seguiremos diseñando, financiando y aprendiendo junto a quienes creen que otro país es posible y seguiremos soñando en grande, porque esa es la única manera de honrar el potencial de cada joven costarricense.
¿Te sumás?
Pura vida,